domingo, 6 de mayo de 2012

Aprecia lo que tienes, antes de que se convierta en lo que tuviste.

Aprendí que los peces nadan y la aves vuelan. Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a CONTAR CON LOS DEDOS DE UNA MANO A QUIEN DE VERDAD SIEMPRE ESTUVO A MI LADO.


Porque si algo importa es lo que recuerdas de alguien.

Y es que, aunque pensemos que estamos mejor sin alguien, siempre extrañaremos esa risa insoportable, esas preguntas fuera de lugar, las bromas inoportunas o las discusiones diarias.

Pero recuerda, que antes de rendirnos fuimos eternos.

- ¿Te vas porque no sabes lo que siento por ella?
+No. Me voy porque no sé lo que sientes por mí. Porque desde aquel último día sentí que esto ya no tenía sentido. Con esto no quiero decirte que no te quiero, ni mucho menos que te haya olvidado. Pero no aguanto más. No entiendo porque un día me quieres como nunca, y otro no eres capaz de mirarme a la cara. Ya estoy cansada de ser recuerdo entre los dos. Que quede claro. Ni te perdiste, ni me perdí. Nos perdimos.
- Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto. Mirarte a los ojos y tal vez recordarte, que antes de rendirnos fuimos eternos.

*

-Odio que seas tan alto y no pueda mirarte directamente a los ojos..
+Hay una ventaja..
-Si o qué? Cuál?
+Que cuando te abrazo, puedes escuchar a mi corazón, el cual solo late por ti.